Las fachadas ventiladas son la mejor solución frente a la humedad y las condensaciones
Se ha demostrado que la fachada ventilada es uno de los sistemas que mejor protegen la envolvente de los edificios preservando al cerramiento de forma extraordinaria frente a patologías y humedades. Ofrece además un excelente comportamiento protegiendo a la fachada frente a fenómenos climáticos como la lluvia, el viento e incluso contra la polución. Especialmente la lluvia y los fenómenos climáticos como la niebla, pueden generar condensaciones en la fachada si no está convenientemente aislada. También la creación de puentes térmicos es otro gran problema que se debe corregir. Para eliminar estos problemas incorporar un sistema de fachada ventilada al edificio es la solución ideal.
La mayoría de los casos la humedad es uno de las razones que hacen que la «salud» de los edificios se resiente, disminuyendo los niveles de salubridad y habitabilidad de las viviendas y recomendando acciones que corrijan estos problemas. Las humedades vienen provocadas por las filtraciones de agua que se cuelan en la envolvente del edificio -cubierta y fachada- . Normalmente los edificios más proclives y débiles para soportar los problemas de humedad son fachadas revestidas o bien construidas con ladrillo caravista. Estos defectos en la construcción se van agravando conforme la vida del edificio avanza y pueden provocar problemas graves de habitabilidad, confort e incluso sobre la salud de las personas que los habitan.
Eliminación de puentes térmicos
Además de las filtraciones directas, los interiores de los muros pueden estar a una temperatura excesivamente baja que provoque humedades por condensación. Este problema hace que puedan aparecer mohos y hongos que pueden llegar a ser visibles en manchas oscuras a lo largo de toda la fachada. Eliminar los puentes térmicos, es decir las zonas frías donde se producen discontinuidades en el aislamiento que provocan las condensaciones, es vital para solucionar este problema tan frecuente. Las fachadas ventiladas permiten la corrección de los puentes térmicos produciendo además un gran ahorro energético al eliminar el contacto entre ménsulas y muros.
¿Por qué las fachadas ventiladas eliminan las condensaciones?
El concepto de fachada ventilada hace referencia a una solución constructiva que permite revestir el exterior de un edificio con piezas de diferentes materiales. Su función principal es la separación física entre el ambiente interior y el exterior del inmueble.
La fachada ventilada garantiza una mejora del aislamiento térmico del edificio, ya que permite instalar aislantes continuos entre el soporte exterior de la pared portante y el revestimiento exterior de la fachada. El revestimiento de la fachada ventilada protege a la estructura portante, al aislamiento térmico y a la subestructura de las influencias climatológicas, ya que es resistente a la lluvia.
En un edificio con fachada ventilada, las paredes exteriores portantes y el aislamiento permanecen siempre secos y, por lo tanto, preservan plenamente su función. La lluvia de impacto que se pudiera haber filtrado a través de juntas abiertas, se secará rápidamente por la circulación de aire en el espacio de ventilación.
La disminución de la resistencia al paso de vapor de agua de las capas que componen el cerramiento provoca la eliminación de la humedad a través del espacio ventilado. Esta característica previene la condensación de agua en el interior del cerramiento y evita la aparición de hongos y moho.
El objetivo es que los edificios rehabilitados con fachada ventilada se acerquen a las nuevas exigencias del CTE y, con esto conseguir que los propietarios cuenten con mayor confort y ahorro en el hogar. Este confort se logra al superar problemas de condensaciones y humedades que antes de la rehabilitación afectaban gravemente a la habitabilidad e incluso la salud de los habitantes. Louvelia pone a disposición de promotores y arquitectos toda su experiencia y capacidad para afrontar proyectos de fachada ventilada.
